Fuimos, por unos
momentos,
cometas lanzados al
espacio,
deseando explotar,
liberar su luz.
Dos almas sedientas,
buscando calmar su anhelo
de instantaneidad, de
soledad.
Ansias fundiéndose en
besos,
abrazos fugaces
que no calientan como
los reales,
Ansia, deseo, anhelo,
AHORA.
...Y así de rápido
como inició terminó,
Y ni tú te acuerdas
hoy de mi cara
como tampoco de mi
nombre,
ni yo de los tuyos.
Pero el momento se agradece,
momento desgarrado en volutas de humo,
que permanece convertido en aroma
envolviendo al recuerdo.